La distribución de la población en España tiene un modelo muy claro, se concentra en las regiones de la periferia y en Madrid, mientras que las regiones del interior están más despobladas. Sólo Lugo es una provincia periférica con baja densidad de población.
El crecimiento de Madrid se debió a la emigración del éxodo rural, no obstante en la actualidad crece por sí misma, por crecimiento vegetativo.
En el resto del interior sólo Valladolid tiene unas tasas de densidad de población algo más elevadas que las de su entorno.
La mayoría de las poblaciones con más de 10.000 habitantes se encuentran en la costa levantina, Barcelona y Valencia, demás de otras provincias como Sevilla, La Coruña, Asturias, Cádiz, Murcia y Pontevedra. Todos estas provincias tienen más de veinte municipios claramente urbanos, sin embargo en muchas provincias del interior sólo tiene carácter urbano la capital: Ávila, Cuenca, Soria, Teruel, Palencia, Guadalajara, etc. Hay, pues, un notable desequilibro entre el interior de la península y sus costas. No obstante, la mejora de las comunicaciones, debido a la necesidad de enlazar Madrid con la costa, ha proporcionado a estas provincias del interior buenas perspectivas, ya que es posible vivir en ellas y trabajar en los grandes centros, como ha ocurrido en el caso de Ciudad Real y Madrid y Sevilla.
Las regiones con más población son Cataluña, Baleares, el País Vasco, Asturias, y los antiguos polos de desarrollo. Son las regiones más industrializadas y ricas.
Las ciudades son las que más población acumulan, desde los años 60. El 78% de los españoles viven en núcleos urbanos. Pero en los últimos tiempos se han detectado fenómenos de dispersión en torno a las grandes ciudades. Son personas que huyen de la aglomeración urbana pero que no desean alejarse mucho, en general están dentro del isócrono de los 30 minutos. Son personas que tienen un nivel adquisitivo por encima de la media, ya que necesitan el coche privado para desplazarse. En general, van buscando vivir en un entorno algo más natural, y a ser posible con un precio del suelo más barato, aunque en muchas de las urbanizaciones que se construyen esto no está conseguido, y encima faltan servicios. Las urbanizaciones actuales son auténticos pueblos de nueva planta.
¿Y de las CCAA?
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